jueves, 7 de febrero de 2013

Bestias del sur salvaje (Benh Zeitlin, 2012)

La negrita filósofa


Sinopsis A: (no os preocupéis, en esta sinopsis no hay ningún spoiler ni os voy a desvelar nada de la trama que no hayais podido leer en cualquier crítica de un periódico o de la web)

      Hushpuppy es una intrépida niña de 5 o 6 años que vive con su padre en lo que él califica como el lugar más bonito del mundo: La Bañera. En plena naturaleza y en armonía con ella, comiendo lo que pescan o los pollos que crían, en el sur del mundo, en la parte húmeda del mundo, lejos de la fea civilización con sus humos, sus prisas, sus refinerías,... y separados de ella por el muro, que construyeron los que viven al norte, en la parte seca del mundo, donde temen al agua. Pero los habitantes de La Bañera no la temen, y Hushpuppy sabe que, inevitablemente, cuando los casquetes polares se deshielen, el agua subirá y subirá, y antiguos animales
semi-mitológicos ya desaparecidos, como los uros, volverán a aparecer en el mundo.



Sinopsis B: (esta sinopsis cuenta exactamente lo mismo, que la anterior, ni un detalle adicional de la trama, pero desde otra óptica, que puede que adoptes en cuanto empieces a ver la película)


     Hushpuppy es una inconsciente negrita de 5 o 6 años que vive con su padre, enfermo, borracho, y con ciertos brotes de mal genio que casi rozan el maltrato en una isla de una zona pantanosa e inundable de marismas (probablemente en algún lugar de la costa de Louisiana, cerca de Nueva Orleáns), llamada Isla Charles Doucet, pero a la que sus habitantes llaman La Bañera. Los moradores de La Bañera, una panda de sin-techo, medio borrachos, e inadaptados sociales a la que nadie en su sano juicio dejaría que se acercase una niña de 6 años (mucho menos que la criasen) viven en chabolas de madera y chapas, comiendo los pollos que crían, o el marisco y los peces que atrapan en la marisma. Y, a diferencia de sus civilizados vecinos al norte del dique que contiene las aguas de las inundaciones, no temen a la inminente tormenta que se acerca y amenza con dejar toda la zona, sus chabolas incluidas, bajo las aguas. No necesitan, ni quieren ser rescatados ni evacuados.


     Si al ver la película crees que la descripción que mejor se ajusta a lo que has visto se corresponde con la
Sinopsis A, esta, amigo mío, es tu película. Te gustará te parecerá mágica, trascendente, poética, filosófica, incluso ecologista.

      Si al ver la película crees que la descripción que mejor se ajusta a lo que has visto se corresponde con la Sinopsis B, probablemente pensarás “¿Pero esto que es lo que es?”. Verás una película pretenciosa, vacía, aburrida en algunos momentos pese a no durar más de hora y media,  llena de buenrrollismo, y con un toque de perroflautismo bastante marcado.

      Digamos que será la película ideal para amantes del cine te Terrence Malick, la música de Manu Chao y Mano Negra y los simpatizantes de los movimientos en defensa de los pueblos indígenas.


    Básicamente esta es una historia que mezcla miseria, exclusión social y demás elementos de la dura realidad del entorno con el realismo mágico que proporciona la visión de los ojos de la protagonista, la pequeña Hushpuppy.

     En el fondo (muy en el fondo), no es más que la historia de Vive como quieras de Frank Capra, pero transplantada a un pantano de Louisiana en  nuestros días.

    En cualquier caso es una mezcla extraña, y probablemente si ninguna de las dos sinopsis de parece del todo correcta, sentirás que la película se queda a medio camino de todo.



     Si logras entrar en el juego y ver la película con los ojos de la niña, te parecerá mágica y poética, pero si no... puede llegar a resultar cargante, acabarás un pelín harto de tanta voz en off que pone en boca de una niña de 6 años reflexiones tan profundas que podrían haberse sacado de los espesos textos de un filósofo del siglo XIX, te preguntarás que puñetas pintan (y que significan) esos jabalíes hipertrofiados, cornudos y atiborrados de esteroides hasta las paletillas, etc.
     La mayor virtud de la película es sin duda su protagonista. La verdad es que la niña está impresionante, toda una fuerza de la naturaleza. Y luego todos los accesorios que se le deberían dar por supuesto a una película ahora que el cine ha cumplido más de un siglo de vida, pero que no siempre se dan y a veces es lo único bueno que se puede decir de una película: ambientación, paisajes, fotografía espectacular, etc.


     Y probablemente su mayor defecto es que se toma demasiado en serio a si misma, casi como si pretendiera ser un tratado de filosofía natural, y de cómo vivir en armonía con la naturaleza, de una vuelta a las raíces y los orígenes (bueno, pasando por alto el pequeño detalle de que algunos tengan lanchas fueraborda, armas de fuego o que cocinen con gas).


     Y tampoco ayudan demasiado la omnipresente música de piano subrayándolo todo, ni una cámara temblorosa que no para quieta y que en algunos momentos llega a irritar bastante.

    En fin, Bestias del Sur Salvaje un experimento interesante y curioso, cine independiente norteamericano fuera de la corriente normal del cine comercial y carne de premios en múltiples festivales (echadle un vistazo a su palmarés) y que a mi me resulta particularmente difícil de juzgar: supongo que según tengas el día la puedes juzgar como muy mala o muy buena; yo lo dejo en la mitad: regular nada más.







Seldon
(originalmente publicado en El Pobre(cito) Hablador)


1 comentario:

  1. Misma opinión que tú, Seldon. Muy interesante la crítica, por cierto.

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