viernes, 12 de junio de 2015

La familia Bélier (2014) de Eric Lartigau



Porque escuchar no es entender

La comedia dramática se está erigiendo en los últimos tiempos como uno de los baluartes del cine francés. Decía el actor Peter Ustinov que “la comedia es un drama que ha salido mal, y el drama es una comedia que ha salido mal”, que “las mejores historias son aquellas en las que no sabes si vas a reír o llorar”. El propio Daniel Sánchez Arévalo también afirmaba no entender comedia sin drama. No estoy de acuerdo, yo sí entiendo comedia sin drama (‘La vida de Brian’ o ‘El gran Lebowski’ son dos buenos ejemplos), pero es verdad que son dos géneros que se retroalimentan perfectamente. 



‘La familia Bélier’ nos cuenta la historia de una atípica familia de sordomudos en la que la única no marcada por esa “desgracia” es Paula, una adolescente de 16 años, con una madurez impropia para su edad, que trabaja junto a sus padres sin grandes sueños que realizar. Y la verdad es que la primera hora, con la presentación de personajes, en la que se intenta buscar la risa a través de descaradas bromas a mí no me hace ni puta gracia. Pero la película, con la aparición de ese hastiado profesor de música, crece a medida que se suceden los minutos, consiguiendo un climax final bastante emotivo y para nada sensiblero. 

Quizá el film francés es un canto a la diferencia, quizá un guiño a la búsqueda de los sueños, quizá una reflexión sobre el dolor de la distancia, o quizás todas ellas. Me gusta cómo Lartigau consigue transmitirnos la idea de la necesaria búsqueda de la felicidad, aun teniendo que dejar cosas atrás. Y en muchos momentos, esa extravagante familia me recuerda a películas como ‘Pequeña Miss Sunshine’ y ‘Juno’, aunque la chica Bélier sea tremendamente más insegura que aquella irreverente Juno MacGuff, interpretada por una magistral Ellen Page.                                                                                 


Una película fácil de ver, sin excesos ni recursos lacrimógenos que pudieran estropear el conjunto. No es una maravilla, y tengo la sensación de que tampoco perdurará en la memoria, pero siempre es agradable la visualización de este tipo de films que tan buen cuerpo dejan.


NOTA: 6/10





--- Ballesta21 (BallestaV) ---

jueves, 26 de febrero de 2015

LA VIDA DE FLYNN (Paul Weitz, 2012)

























En Boston, un joven escritor (Paul Dano) dedica su tiempo libre a trabajar como voluntario en un albergue que acoge gente sin hogar. Un día, inesperadamente, se encuentra con un vagabundo que resulta ser su padre (Robert De Niro), un hombre brillante pero problemático con el que había perdido contacto muchos años antes. (FILMAFFINITY) http://www.filmaffinity.com/es/film231011.html






Lo que más me gustó de esta película es el papel de Robert De Niro, no, mejor dicho: cómo Robert De Niro interpreta su papel. Grande, grandísimo, como (casi) siempre. Se come la pantalla y a la película entera, porque esta película es él.


Lo que empieza pareciendo una cinta no cómica, pero al menos, no tan dramática, se va transformando en un drama opresivo que nos sumerge en la vida de los indigentes de una gran ciudad de EEUU. Esta parte creo que está bastante bien plasmada, no se andan con paños calientes, la película muestra la crudeza de la realidad y ahí es donde este Robert De Niro, este escritor o eterno aspirante a escritor de obras maestras con tintes de locura, lo borda.

Me deja mal cuerpo el ver con qué facilidad se hace una persona invisible, cómo pasa de ser a casi no ser, a ser sólo un despojo de la sociedad. Tremendo.



Creo que la película no está mal contada. Utiliza la técnica del flashback (en donde vemos a una Julianne Moore en momentos breves pero importantes), sin abusar de ella, para darnos pistas del pasado de los protagonistas (Robert De Niro y su hijo (Paul Dano)), sin extenderse demasiado, sólo lo justo. Es un argumento del presente y de cómo este padre (que nunca lo fue) se reencuentra con un hijo (que siempre lo deseó).


Una caída a los infiernos y una redención que abre una pequeña ventana a la esperanza.


No es una película que me haya entusiasmado, no me aburrió, pero es de esas que salvo algún detalle, olvidaré, sin más.





LO MEJOR: Robert De Niro
LO PEOR: no me consiguió conmover hasta el punto de que deje en mí alguna huella. La encontré plana en su conjunto.

LA ESCENA: Robert De Niro mostrando cachas (sí, todavía).


Le pongo un 5 de Pasable.


-Pulgacroft-







lunes, 23 de febrero de 2015

BOYHOOD (MOMENTOS DE UNA VIDA) de Richard Linklater (2014)



Drama filmado a lo largo de 12 años (2002-2013) pero únicamente en 39 días de rodaje. Es la historia de Mason (Ellar Coltrane) desde los seis años y durante una década poblada de cambios: mudanzas y controversias, relaciones que se tambalean, bodas, diferentes colegios, primeros amores, también desilusiones, momentos maravillosos, de miedo y de una constante mezcla de desgarro y sorpresa. Un viaje íntimo y épico por la euforia de la niñez, los sísmicos cambios de una familia moderna y el paso del tiempo. (FILMAFFINITY)
http://www.filmaffinity.com/es/film175667.html









MOMENTOS DE UNA VIDA. Y se quedan tan panchos, tal cual. y yo mirando para la pantalla como si fuera un Gran Hermano, espiando la vida de este crío que ni es especial en nada ni tiene absolutamente nada de interés.Pero es cierto que el título engañar no engaña porque no hay más argumento que las pinceladas de 12 años de vida.  Entonces me pregunto, ¿por qué me quedé mirando y no la dejé?, pues creo que porque la película tiene el mínimo ritmo requerido para que no se me hiciera un tostón y como tampoco sabía muy bien de qué iba la cosa pues oye, siempre pica la curiosidad a ver en qué queda...
Dicho esto creo que ya no puedo opinar sobre esta cinta. Ni aburre ni entretiene sino todo lo contrario.



-Puntos de interés: ver cómo va cambiando el aspecto físico de los niños protagonistas. Si no fuera por esto hubiera pasado desapercibida hasta para el director.
-Argumento: no hay.
-Actores: ni bien ni mal ni todo lo contrario. ( El niño, preadolescente, adolescente, casi adulto) bastante soso por cierto. Por mucho Ethan Hawke (que me encanta) y oscar que se haya llevado Patricia Arquette, da lo mismo, no cambia el efecto de indiferencia que ha dejado en mí esta película.
-Duración: 166 minutos que podrían resumirse en 30.
-Fotografía, Efectos, etc, etc.; nada destacable.


Una nota:  4
Una palabra: Indiferencia




-Pulgacroft-







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