Un cuento oscuro sobre sueños y pesadillas
Ink es una película fantástica, en los dos sentidos del término: es fantástica porque pertenece al género fantástico, pero también porque es una buena película, pequeña en cuanto a distribución y presupuesto, desconocida, pero muy muy recomendable.
Es un cuento oscuro, poético y muy original en su planteamiento, su historia, su manera de narrarla y su estilo visual. Para mi fue toda una sorpresa, una agradable sorpresa.
Y además fue una película cuya fama se acrecentó sólo con el boca-a-oído de su legión de fans: realizada en 2009 por Jamin Winans (y escrita, y producida, y con música compuesta por él) le debió resultar tan rarita a la distribuidora cinematográfica que la relegaron directamente al mercado de DVD y Blu-Ray, comenzando a venderse en noviembre. Pero alguien la ripeó y subió el torrent a la red. Para las navidades de ese año el éxito de descargas ya era espectacular, y según parece llegó a descargarse, sólo mediante BitTorrent, 400.000 veces en una semana...
Algo debía de tener.
Algo debía de tener.
¿Y de que va esta pequeña maravilla?
En las primeras escenas vemos a un hombre de mediana edad, el típico ejecutivo y hombre de negocios, muy estresado en su trabajo, desagradable y arrogante, y que sale de su oficina muy enfadado, casi histérico, para coger su coche, con el que tiene un accidente.
Lo siguiente que vemos son unas escenas (un poco oníricas, con unos colores apagados y los bordes un poco difuminados) del mismo hombre jugando en un bosque con su hija pequeña, Emma.
Al principio el hombre es un poco reticente a dedicarle demasiada atención a la niña, mostrando parte del carácter desagradable que ya le habíamos viso, pero finalmente accede a jugar con ella. No sabemos si esto ha ocurrido o no (si es un sueño), o si ocurre antes o después de la escena anterior: ya nos anuncia que la manera de narrar de la película no va a ser lineal, y que va a distar de ser normal.
Lo siguiente que vemos son unas escenas (un poco oníricas, con unos colores apagados y los bordes un poco difuminados) del mismo hombre jugando en un bosque con su hija pequeña, Emma.
Al principio el hombre es un poco reticente a dedicarle demasiada atención a la niña, mostrando parte del carácter desagradable que ya le habíamos viso, pero finalmente accede a jugar con ella. No sabemos si esto ha ocurrido o no (si es un sueño), o si ocurre antes o después de la escena anterior: ya nos anuncia que la manera de narrar de la película no va a ser lineal, y que va a distar de ser normal.
Sin embargo, esto no es todo.
También se nos enseña que cuando la ciudad duerme, aparecen en el silencio y en la oscuridad de la noche unos series misteriosos que se cuelan en las casas de la gente y en sus dormitorios, se acercan a ellos mientras duermen y les tocan.
Son los “Cuantacuentos” (los storytellers en el original) y son los encargados de traer los buenos sueños a la gente, y hacer que sueñen historias maravillosas.
También se nos enseña que cuando la ciudad duerme, aparecen en el silencio y en la oscuridad de la noche unos series misteriosos que se cuelan en las casas de la gente y en sus dormitorios, se acercan a ellos mientras duermen y les tocan.
Son los “Cuantacuentos” (los storytellers en el original) y son los encargados de traer los buenos sueños a la gente, y hacer que sueñen historias maravillosas.
Pero también de noche aparecen los otros, las “pesadillas” (los incubos en el original), unos seres oscuros y siniestros que, efectivamente llevan los malos sueños y las pesadillas a la gente.
Y también está Ink (que es quién da título a la película), un ser tenebroso y siniestro, cubierto de harapos y con una cadena que oculta su rostro deforme con una capucha, que también merodea por la noche.
Vemos como una noche, una de esos cuentacuentos, va a entrar en el dormitorio de Emma que está en casa de sus abuelos, pero antes de poder traerle sueños, aparece Ink, pretendiendo raptarla. Pese a que los cuentacuentos también son guerreros, y a que luchan con Ink, este finalmente logra llevarse a la niña.
Ink es una especie de vagabundo, un ser errante, (drifter en el original), un mercenario que tiene como misión llevar a Emma ante “La Asamblea” de los incubos, saltando entre “planos” de la realidad, pero en la lucha ha perdido su capacidad de llegar allí, por lo que se ve obligado a arrastrar e Emma por esa realidad alternativa intentando obtener la ayuda que necesita para ello de otros seres, otros drifters como él.
Mientras en el “mundo real” Emma ha quedado en coma, muy enferma y a punto de morir, en ese mundo de sueños, un grupo de guerreros, de “cuentacuentos”, intentará rescatar a la niña, impidiéndole Ink realizar su trabajo.
Para ello contarán con la ayuda de un explorador ciego (un pathfinder en el original), un ser misterioso e incomprensible, que les ayudará a encontrar el camino, y que tiene la habilidad de percibir y seguir el “ritmo” del mundo, que regula la corriente de las cosas que acontecen.
Para ello contarán con la ayuda de un explorador ciego (un pathfinder en el original), un ser misterioso e incomprensible, que les ayudará a encontrar el camino, y que tiene la habilidad de percibir y seguir el “ritmo” del mundo, que regula la corriente de las cosas que acontecen.
Y este es el planteamiento de la historia: suficiente para que sepáis de que va y os pique la curiosidad de ver la película, pero no demasiado, como para no desvelaros lo importante de la trama.
Obviamente Ink no es una película perfecta, ni una obra maestra, ni pasará a los anales de la historia como uno de los pilares del cine... pero nada de esto le resta valor:
Está hecha con muy poco presupuesto, y eso se nota, pero sabe hacer de la necesidad virtud: esa fotografía tan particular con planos sobre-expuestos, bordes difuminados, etc, por un lado ayudan a crear una atmósfera peculiar y por otro supongo que ayudan a disimular lo poco que se pudieron gastar en decorados.
Esas peleas a lo Power Rangers puede que te chirríen y te recuerden a un anime japonés, pero por otro lado, el estilo visual está razonablemente bien logrado: me gustan especialmente las caracterizaciones de las pesadillas (los incubos).
Como decía al principio Winans hace de todo: guionista, productor, director, y también es el compositor de la banda sonora, que lo cierto es que no es desdeñable, y me ha gustado bastante.
La forma de de narrar, no lineal, evidentemente no es la primera vez que aparece en el cine, y aquí es vital para la película.Me gustó especialmente la escena de lo que podría llamarse "efecto mariposa" en la que introduciendo una pequeña influencia, se puede influir en el flujo de los acontecimientos, y cambiar las cosas.
Y en cuanto a la historia, el argumento, puede que no sea del todo original, pero lo cierto es que si existen referencias claras en las que se inspire, yo desde luego no las conozco. Es más, después de ver Ink, ya no me parece tan original la española Verbo, una película un poco fallida (que desde luego es peor que esta) pero que contaba con la baza de la originalidad. Ahora hay cosas en Verbo que me parecen sacadas de Ink.
Tendré que investigar un poco otras cosas que haya hecho este director, porque promete. Por si os animáis, os dejo un corto suyo anterior a Ink que también está muy bien. Se titula Spin y sólo dura 7 minutos.
No la conocía, pero tiene buena pinta, y más con lo que cuentas. A ver si le puedo hacer un hueco entre mis próximas visualizaciones ;)
ResponderEliminarPues venga, animaos a verla y así la comentamos, que tengo ganas, pero no lo puedo hacer sin meter spoilers.
ResponderEliminar¿Has visto el corto? Está chulo verdad?
Está interesante, sí. No es nada del otro mundo, pero resulta original cómo juega con esa idea del "efecto mariposa".
ResponderEliminarDespués de comer me veo la peli, a ver qué tal ;)
mmmmm, sí, suena interesante pero no sé si tanto como para que la ponga yo ahora por delante de todo lo que tengo...
ResponderEliminarA ver si la ven más compis y comentan qué tal.
;)