miércoles, 22 de mayo de 2013

The Walking Dead

"No abrir. Muertos dentro."

      Desde que La noche de los muertos vivientes estableciera en 1968 las bases del género se han hecho muchas películas de zombis. Por supuesto había películas que trataban este subgénero del Terror antes que la de George A. Romero, pero esta fue la que estableció algo así como el canon, las reglas básicas.

    El problema es que el género no da para mucho, es difícil hacer algo original en lugar de limitarse a contar otra vez el típico Apocalipsis Zombie, y muy fácil caer en una lista de secuelas que vayan alargando la historia, o simplemente hacer un remake más moderno y con más sangre y tripas.

     De hecho buscando la originalidad se han hecho películas y series de zombis que mezclan otros géneros, tales como la comedia. Un ejemplo recomendable por si no la habéis visto: Shaun of theDead (Zombies Party) una película británica que sus creadores definieron como una comedia romántica con zombies.


     Pero también hay notables excepciones, películas que, ateniéndose al canon, es decir Apocalipsis, la sociedad se va a la mierda, supervivientes escasos y esparcidos que luchan por seguir vivos, mucha sangre, tripas y sesos de zombi volando por pantalla, etc... son buenas y lograron aportar algo original. Quizás el mejor ejemplo de este caso vuelva a ser británico: 28 días después.


     The Walking Dead es uno de estos casos, es decir, no vamos a mezclar géneros, vamos a atenernos a la ortodoxia, y vamos a hacer una de zombis clásica... y además que sea buena.


    La historia comienza de forma muy parecida a la de 28 días después: Rick Grimes, un ayudante del sheriff de una pequeña ciudad de Georgia es herido en un tiroteo cae en coma y cuando despierta en el hospital, solo y desorientado, se encuentra en medio del Apocalipsis, en pleno fin del mundo: los muertos se resucitan sedientos de carne humana, sólo puedes matarlos definitivamente destrozándoles el cerebro, y si te muerden... bueno, pues estás muerto y convertido a su vez en zombi. Vamos, lo típico.

      De estas primeras escenas del hospital, las de la angustia de no saber que ha pasado mientras estaba en coma, que se va a encontrar, ni dónde están su familia y amigos, hay algunas muy buenas, como la de la puerta cerrada con cadenas con la tétrica inscripción: “No entrar, muertos dentro”.


     Pero claro, es difícil mantener la historia sólo con eso. Así que poco a poco nos van introduciendo la trama principal: el compañero de Rick, Shane, también ayudante del sheriff como él, ha sobrevivido, ha salvado a Lori, la esposa de Rick,  y a su hijo Carl, a los que ahora cuida y protege.


    Pero como todos creen muerto a Rick, Shane y Lori se sienten mutuamente atraídos y éste se ha convertido casi en el nuevo padre de Carl.

    Así que la tensión está servida para cuando Rick los encuentre.


     Esta es la trama principal, pero claro, con eso tampoco se mantiene una serie larga, así que nos van
introduciendo nuevos personajes, con caracteres muy distintos, desde apocados y miedosos, hasta tipos violentos que se desenvuelven como pez en el agua en este nuevo mundo.



      Los supervivientes se van agrupando, y la serie nos cuenta la historia de una pequeña familia que se ha formado en torno a Dale, un viejo entrañable y afable que estaba de vacaciones con su autocaravana cuando se desató el infierno sobre la tierra.


     Ahora esta pequeña familia va errando por los bosques y las carreteras cercanas a Atlanta, mientras tratan de esquivar y sobrevivir a los caminantes, que es como llaman a los zombies que vangan sin rumbo y sin más propósito que conseguir comida.
     La serie tiene todo lo que puedes esperar de este tipo de productos: multitudes de zombis pútridos de los que hay que correr para que no te atrapen, buenas dosis de cráneos reventados, tripas al aire y demás casquería fina, historias entre los personajes, algunos violentos por naturaleza, otros dialogantes y pacíficos, algunos líderes natos (con las previsibles tensiones que se crean entre ellos) otros simples seguidores,...

     La primera temporada es sencillamente brillante: sólo 6 episodios, pero manejando muy bien la tensión, las sorpresas y los cliffhangers al final de los capítulos para dejarte anhelando ver el siguiente. Pero claro, jugaban con cierta ventaja: allá por 2010 el director de cine Frank Darabont (el de La milla verde, Cadena perpetua, o La niebla) se puso al frente del proyecto y desarrolló la serie para la cadena AMC (cuya serie estrella es otra de gran éxito: Mad Men) actuando como productor, guionista de algunos episodios, e incluso director del primero de ellos. Y eso se nota.

     De hecho estos 6 episodios tuvieron tanto éxito que la AMC decidió renovar por una segunda temporada ya más normal, de 13 episodios de duración. A priori pensé que era la receta perfecta para estropear algo bueno: ya sabéis, alargar, repetir situaciones, etc.

    Pero no, sorprendentemente la serie se mantiene y lo hace en excelente forma, apenas ha perdido con el tiempo. Y eso que es difícil, porque en cada capítulo te pasas más o menos el 80% del tiempo pensando “¿pero cómo es posible que estos tíos sigan vivos?”, (porque de hecho van cayendo personajes, como mandan los cánones) y el tiempo restante desarrollan las historias particulares y los enfrentamientos o acercamientos entre ellos.

      Pero normalmente al final de cada episodio hay una sorpresa, una situación de tensión que te deja colgado a la espera del siguiente, al estilo de lo que lograba hacer Perdidos.

     De momento se han emitido 35 episodios de la serie, divididos como ya dije en 3 temporadas asimétricas: 16 en la 3ª, 13 en la 2ª y solamente 6 en la primera. Sien embargo The Walking Dead se basa en una serie de comícs creados por el guionista Robert Kirkman y el dibujante Tony Moore. La serie se viene publicando desde mayo de 2004 en números mensuales, que se agrupan anualmente en volúmenes de 6 (por eso la primera temporada de la serie de TV es tan corta, con sólo 6 episodios).

     Actualmente llevan publicados 102 números, y ya se ha confirmado que se seguirá publicando al menos hasta el 114. Dado que en la trama de la serie de TV el final de la 3ª temporada está más o menos situado a la altura del número 48 del cómic, parece que todavía queda mucha historia por delante para que se siga prolongando la serie; de hecho ya hay anunciada una 4ª temporada para el año que viene.

      Lógicamente, la adaptación de un medio a otro siempre obliga a hacer cambios, y aunque la serie sigue de manera razonablemente fiel la historia original del cómic, hasta el punto de que en algunos casos hay fotogramas que casi parecen sacados directamente de un viñeta, también hay algunas alteraciones notables: los acontecimientos no siempre ocurren en el mismo orden (por ejemplo toda la subtrama de la llegada al Centro de Control de Enfermedades ocurre muy posteriormente en el cómic), la aparición o muerte de algunos personajes tampoco ocurren exactamente a la misma altura del argumento, existen personajes importantes del cómic que no están en la serie, y por supuesto a la inversa: quizás el más notable sea el caso de los hermanos Merle y Daryl, que no existen en el cómic.


      También hay episodios cortos, de unos 3 o 4 minutos, emitidos solamente en la web (los llamados webisodes) que cuentan pequeñas historias paralelas, no relacionadas con la trama ni los personajes principales. Forman dos pequeñas miniseries: Torn Apart (que cuenta la historia de la llamada “chica de la bicicleta” una zombie que aparece fugazmente en el primer episodio de la serie principal) y Cold Storage. No están mal, sobre todo los correspondientes esta segunda miniserie.

     Creo que el acierto para lograr que después de 35 episodios la serie siga manteniéndose interesante y no aburra es el hecho de introducir conjuntos completamente nuevos de personajes, como ocurren en la segunda temporada con Hershel y su granja, o en la tercera con la gran Michonne y su katana (que parece que nació para matar zombis) o el Gobernador y los habitantes de Woodbury.


     Y claro, también las tramas empiezan a cambiar: ya no sólo es cuestión de seguir vivos todos hermanados, superando las rencillas que hay entre los personajes, pero juntos contra los zombies, sino que se nos empieza a contar cómo la sociedad se ha ido a la mierda, tal como ocurría en 28 días después, y así nos encontramos personajes mezquinos y egoístas que sobreviven como lobos solitarios y no están muy dispuestos a ayudar a otros, o incluso grupos organizados para los que otros grupos de supervivientes no son bienvenidos, sino sencillamente hostiles.

      Y todo ello se agradece, porque mantiene viva y con interés la historia. Esperemos que en las siguientes temporadas no la fastidien.


Seldon
(publicado en El Pobre(cito) Hablador)

1 comentario:

  1. A mí me gusta mucho en general y viendo en perspectiva sus tres primeras temporadas.
    Es verdad que tiene capítulos que aportan menos que otros, pero no recuerdo ninguno que fuese malo de verdad.
    La tercera temporada es la mejor hasta ahora, esperemos que la cuarta mantenga el nivel o lo suba.
    Una buena reseña!!.
    Saludos.

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